sábado, 14 de mayo de 2011

UN PASO ADELANTE


Después de la consulta con el que yo había llamado, con cierta sorna "El brujo" y a quien, tras la misma me referiría con el calificativo algo mas respetuoso de "curandero", y después de informarnos, a través de Internet y mediante consulta informal con un amigo médico ya jubilado, optamos por seguir sus indicaciones sobre los productos que nos había recomendado aquel : Uña de gato, vitamina C y Acidos grasos Omega 3 Nua DHA de 1 gramo . Y ello, en cuanto, aun cuando nos parecía insuficiente como tratamiento, no creíamos, por otra parte, que pudiera perjudicar al enfermo y esperábamos, al mismo tiempo, que mientras encontrabamos otras soluciones podría ayudarle a mejorar su sistema inmunitario, y a hacer mas lenta la progresión tumoral. Todo ello, además de la dieta recomendada en el libro "anticancer", que ya habíamos comenzado a practicar, suprimiendo radicalmente azucares, féculas y harinas refinadas, sal, carnes y derivados, leche, grasas saturadas y alimentos procesados , principalmente, y manteniendo o añadiendo, pescados, especialmente azules, leche de soja y yogures naturales, legumbres verduras y hortalizas, frutas , frutos del bosque y frutos secos, en especial nueces; así como determinadas especias, como cúrcuma, pimienta negra, ajos, perjil, gengibre, albahaca, romero, te verde o blanco etc.

Mi mujer acudiò a un herbolario , para adquirir los productos recomendados por el "curandero". Conocía a la propietaria de cuando trataba con ciertos productos fitoterápicos y homeopáticos algunos de los efectos secundarios que le producía el tratamiento "alopatico" a base de corticoides, diuréticos y antihipertensivos, de una "panarteritis nodosa" ; rara enfermedad autoinmune contraida por su madre, treinta años atrás y fallecida hacía seis años, a pesar de que, tras ser diagnosticada por su médico, aficionado a las matemáticas de salón, no le había pronosticado mas de dos meses de vida.


Comentando con la dueña del herbolario la situación de su padre, aquella le recomendó visitar a una doctora que tenía su consulta en una ciudad distante de nuestro domicilio unos 50 kilómetros por autovía, la cual le merecía toda su confianza y que sabía que había tratado con éxito a algunos enfermos de cancer.


A la vuelta mi mujer me lo comentó y no lo pensamos dos veces. Una vez conseguido el teléfono de la consulta de la doctora, ese mismo día, solicitabamos una cita con ella; y tres días mas tarde nos plantábamos con el paciente en su consulta. Esta se encontraba, en la primera planta de un inmenso y moderno edificio de reciente construcción, estratégicamente situado en el mismísimo corazón de la ciudad, con fácil aparcamiento en las inmediaciones, y muy cercana a la estación de Trenes Ave y de cercanías y de la Central de autobuses .


La doctora, tenía un raro nombre de raices griegas, pero de bello significado, seguramente extraido del santoral del día de su nacimiento. Lotería que tradicionalmente solía tocar, en otros tiempos, a muchos de los nacidos en pueblos de la España profunda, bien por dudas o discrepancias a la hora de la elecciòn del mismo o como consecuencia de la acendrada religiosidad de alguno de los padres, tan propia de la españa rural de aquellos tiempos del cuplé.


De unos 50 años, sencilla, y de rostro expresivo y juvenil, a pesar de la edad, enmarcado en una abundante, frondosa y semirizada mata de pelo castaño recogida hacia atrás, la doctora poseía, según supimos, una amplia experiencia previa en Servicios de urgencias y hospitales de la Seguridad Social. Nos recibiò, sonriente y con una espontánea y jovial familiaridad; como si hubieramos sido clientes de toda la vida. El despacho, pequeño, sencillo y , ligeramente desordenado, añadía una nota mas de cercanía y familiaridad. Algo de lo que estábamos necesitados; acostumbrados a tratar con la habitual distancia y frialdad profesional que habíamos padecido anteriormente en nuestras relaciones con la mayoría de los doctores de cirugía plastica, que había terminado por generar en nosotros una cierta desconfianza en los mismos.


Tras sentarnos y mantener una distendida y breve conversación introductoria , cuyos pormenores no recuerdo ahora muy bien, pasamos a relatarle nuestro "via crucis" , así como nuestras particulares críticas a la metodología seguida, hasta ese momento, por los servicios oficiales de salud, y en particular a los retrasos en el diagnóstico correcto y en las intervenciones quirúrgicas . Era una letanía que, a modo de exorcismo, íbamos repìtiendo a todo el que quería oirnos, como una forma de desahogo para sobrellevar la situación a la nos habían abocado, primeramente un diagnóstico tan tardio como erróneo y mas tarde unas intervenciones quirúrgicas, a nuestro juicio mal planificadas, a consecuencia, en gran parte, de la rutina y la burocracia de los protocolos sanitarios.



Tras poner cara de circunstancias, ante el relato que hacíamos, sin saber muy bien que decir, nos animó diciéndonos que, aunque no había tratado anteriormente ningún angiosarcoma, existían terapias, distintas a las convencionales de cirugía, radioterapia o quimioterapia que habían tenido éxito en distintos tumores, entre ellos algunos sarcomas de tejidos blandos y que podían tambien dar tambien buen resultado en nuestro caso. Acto seguido, volvió ligeramente hacia nosotros la pantalla de su ordenador para que pudieramlos verla y nos mostro varias fotografías de detalle en las que podía observarse, el antes y el después de varios casos de tumores, tratados anteriormente por, de forma exitosa con electroterapia , en mama, vulva, cabeza y algunas extremidades. Aquello nos impresionó y a la vez nos llenó de esperanza; y aunque, en mi fuero interno, mantenía un cierto escepticismo defensivo, derivado de nuestras nefastas experiencias anteriores, pensé que, tal vez podríamos tener una oportunidad, y que merecía la pena intentarlo. Mas tarde, durante el tratamiento pudimos comprobar que si bien el escepticismo no era totalmente infundado, puesto que no todo resultó ser un camino de rosas, había merecido la pena el ejercicio de fé y esperanza realizado, que nos llevó a depositar nuestra conrfianza en la doctora .


Tras una breve conversaciòn sobre lo que acababa de mostrarnos, la doctora nos pidiò el historial médico del paciente, comenzando a leer detenidamente los documentos e informes mas relevantes del mismo . A ello siguió una batería de preguntas protocolarias, encaminadas a realizar una amplia y exhaustiva anamnesis recopilatoria de la historia clínica del paciente, desde su mas tierna infancia; incluyendo la medicación que recordase había tomado y la que actualmente estuviera tomando, así como otros detalles relacionados con su modo de vida y su salud.


Una vez concluido el interrogatorio médico, se levantó para observar el lecho de las intervenciones quirúrgicas y los focos de recidiva que ya comenzaban a desarrollarse sobre el mismo , cambiando la coloraciòn y aspecto de los tejidos afectados. Al mismo tiempo realizó una palpación de los distintos gánglios en el cuello y bajo la mandíbula, en busca de posibles adenopatías que, en ese momento, no parecían manifestarse al tacto .
 
Una vez concluido todo ello nos sugiriò, en principio, continuar con la dieta ya iniciada por nuestra cuenta , siguiendo las indicaciones del libro de Servan Schreiber titulado "Anticancer", así como mantener la "uña de gato", la vitamina C y los ácidos grasos Omega 3 Nua DHA, recomendados por el "curandero"; así como, de momento, tambien, la medicaciòn hipotensora ( lisinopril ), betabloqueante ( Enconcor ), anticoagulante ( adiro ), anticolesterol ( Colemin ) y protectora de la mucosa estomacal ( Omeprazol ) , que venía tomando regularmente hasta ese momento, recetada por sus doctores de la Seguridad Social .



Asimismo con el fin de regular y reforzar el sistema "REDOX" y el sistema inmune, prescribió "Refensal" y "Agua cristal" , para posteriormente aplicar sesiones de "Pap-Imi" .


Igualmente nos sugirió que bebieramos agua con bajo residuo seco ( recomendándonos, bien "Bezoya" , "Sierra Fria", comercializada por LIDL o "Bronchales", comercializada por Mercadona, ambas mas baratas que la primera ) y que controlaramos el ph de la orina mediante tiras reactivas de venta en farmacias, para tratar, en su caso de reducir un posible grado de acidez de la misma.


Asimismo, nos sugiriò hacer un "Tipaje linfocitario" y una "serología viral", para aplicar el tratamiento de "microinmunoterapia" mas adecuado en función del resultado obtenido; A cuyo fin obtuvo una muestra de sangre del paciente, para enviarla a un laboratorio de Bruselas que, previo pago de la analítica, nos enviaría el estudio posteriormente.


Finalmente le preguntamos sobre las posibilidades de éxito que pensaba que podíamos obtener siguiendo su tratamiento. La respuesta, a pesar de su inconcrección fué muy clara : "No puedo garantizar el éxito, pero si creo que existen posibilidades" .



Aquella respuesta no acabó con mi escepticismo, pero, a pesar de su indefinición, la sincera espontaneidad con que fue hecha, me inspiró confianza. Y después del "viacrucis" recorrido, un buen chute de confianza, era precisamente lo que necesitábamos para continuar, sin cuartel, nuestra lucha contra la adversidad. Y a pesar de que no terminábamos de ver claro, que las prescripciones realizadas hasta ese momento, fueran a suponer una solución definitiva al problema, decidimos hacer un acto de fé, poniéndonos en sus manos . Aunque bien pensado, no menor que el que habíamos puesto hasta ese momento en los doctores del servicio oficial de salud.



El tiempo nos demostraría que, semejante acto de fé, a pesar de su aparente irracionalidad, fué la mejor decisión que pudimos haber tomado y que supuso el primer paso adelante en el proceso de curación. Pero todavía nos faltarían casi dos años y un largo camino para poder llegar a esa conclusiòn.


A finales de abril de 2009, teniamos en nuestras manos, los resultados del tipaje linfocitario y serológico, cuyo análisis interpretativo y tratamiento recomendado era el siguiente :


"INTERPRETACION DEL TIPAJE LINFOCITARIO :
 
Hiporeactividad inmunitaria global y multiselectiva en relación con una linfopenia y una fuerte disminuciòn de los linfos -T8c y -B , en un sistema inmunitario muy desequilibrado.


Doble bloqueo del CMH I y II, en favor de una presentación mas o menos ineficaz, o sea, inhibida, de los antígenos de todo origen por los CPA a las células inmunocompetentes; es de hecho un estado de anergia inmunitaria.


El derrumbamiento de los linfos B, indica una inmunidad humoral cuasi destruida.


INTERPRETACION DE LAS SEROLOGIAS:
 
Fuerte reactivación del HZV y del VZV
 
Comentarios diagnósticos.-
 
Según los datos clínicos y los resultados analíticos se pueden hacer análisis complementarios :


Perfil proteico
Beta 2 microblobulina


Tratamiento recomendado .-
 
Iniciar un apoyo inmunitario no específico con 2L C1, 3 cápsulas por día en asociacion con las mezclas pro apoptóticas y antiproliferaciòn Bcl-2/VEGF/RANKL âa 30 CH + HGF/IGF-1& 2/IL-6 âa 30 CH + CASPASE-3/TRAIL bak âa 4 CH y el producto antitrombotico ATH, 2 cápsulas en alternancia 1 día /2.


Regular la flora intestinal con un probiótico y neutralizar el Stress oxidativo.
 
Duración del tratamiento : 6 meses. "


A la vista de la analítica y del tratamiento recomendado, la doctora nos sugirió que solicitásemos las píldoras de dicho tratamiento microinmunológico mediante correo electrónico al laboratorio belga que había realizado la analítica; aclarándonos que podíamos hacerlo en español, ya que disponían de una traductora de nuestra lengua, y que lo recibiríamos rápidamente, pudiendo pagarlo contra reembolso o mediante transferencia bancaria.


Asimismo, además de todo lo anterior, nos recomendó tomar una cucharada dosificadora de Lisin-prolin antes o fuera de las principales comidas.



Siguiendo sus indicaciones, pocos días mas tarde teníamos en casa los productos solicitados al laboratorio belga, para comenzar el tratamiento.




Empezábamos una nueva etapa con ilusión y esperanza, pero también con cierta dosis de escepticismo . Todavía nos esperaba un largo camino por recorrer, y muchos obstáculos que superar, como poco después podríamos comprobar.

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