martes, 30 de agosto de 2011

UNA DE CAL, OTRA DE ARENA Y OTRA DE ARCILLA


En vista del fracaso de nuestro úlltimo intento de acogotar al angiosarcoma mediante la hipertermia profunda inducida por hipnosis  y una vez que la cicatrización de las quemaduras producidas por la cuarta y hasta entonces ùltima sesiòn de electroterapia, se había completado, habíamos programado, de acuerdo con la doctora, una nueva sesiòn de electroterapia. Finalmente esta tuvo lugar en la primera semana de marzo de 2010, y  tenía por principal finalidad actuar sobre la preocupante y cada vez mas voluminosa adenopatía que se observaba, principalmente, en la zona submandibular, justo bajo la cicatriz de la última intervenciòn quirúrgica.

Una vez mas se repitieron los problemas con la anestesia local de anteriores sesiones. Y bien por las dificultades del paciente para soportar el dolor producido por los electrodos  durante todo el tiempo programado, o bien porque los electrodos no fueron, en esta ocasión , colocados en el lugar adecuado, lo cierto es que la sesiòn resultó, un completo fracaso y una pérdida de tiempo en cuanto tuvimos que esperar casi un més hasta la próxima, mientras las quemaduras de la electroterapia cicatrizaban y a que consiguiesemos convencer al paciente de que se sometiese nuevamente al  "suplicio" de la electroterapia, sobre el que, nosotros mismos empezábamos a dudar que fuera suficiente para acabar definitivamente con el resistente angiosarcoma .

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                            Aspecto después de la 5ª sesión de electroterapia

Cuando hablamos con la doctora sobre las razones del fracaso de la última sesión, nos confesó que había colocado los electrodos donde lo había hecho, esperando que resultasen eficaces, pero que había temido aplicarlos en otras zonas que hubiera considerado mas adecuadas para una mayor eficacia, porque  temía afectar con ello al trigémino o alguna rama del  nervio facial, que era lo que le venía preocupando en la mayoría de la sesiones anteriores. Esperaba con ello restar una parte de la fuerza del tumor mediante electroterapia, dando tiempo a que, mientras tanto el resto del tratamiento fuese acabando con lo que quedase del mismo. Sin embargo, a pesar de la constancia de que el avance del tumor tenía lugar a mucho menor ritmo que en los primeros tiempos de su aparición, y de que se habían estabilizado primero y  llegado a desaparecer, después, todos los focos existentes en el  lecho de la zona intervenida quirúrgicamente, éramos conscientes de que si no conseguíamos reducir notablemente los nuevos focos aparecidos en la regiòn submandibular, no habríamos hecho otra cosa que ganar tiempo , pero no ganarle la partida al angiosarcoma,  el cual aún seguía allí amenazante.

Por ello, tras convencer al paciente, reacio a nuevos tratamientos de electroterapia, por las dolorosas experiencias que le proporcionaban, insistimos a la doctora para que intentase mejorar o potenciar, en la medida de lo posible, la anestesia local, a fin de lograr que  aquel soportase, en su integridad el tiempo del tratamiento programado y para que, intentase que el efecto de la electroterapia abarcarse la zona afectada mas amplia posible. Nos dijo que lo estudiaría y que consultaría el tema con algún otro colega, para intentar mejorar los efectos de la anestesia local.

Un més después de la quinta y fracasada sesión de electroterapia, llegó el día programado para llevar a efecto una nueva sesiòn: En esta ocasión , colaboró en la anestesia otra doctora, odontóloga, consiguiendo, por fin,  lograr un mayor efecto anestésico y que el paciente soportase todo el tiempo del tratamiento programado.

Al finalizar, pudimos comprobar los resultados, que aunque no resultarían aún definitivos, si fueron claramente perceptibles, al abarcar una amplia zona. Con lo cual, durante un tiempo se redujo tanto la inflamaciòn como el dolor provocado por la misma. 
                                          
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                 Aspecto del tumor al día siguiente de la 6ª sesión de electroterapia


                  
      Evolución de la cicatrización 20 días después de la 6ª sesión de electroterapia 


   Evolución de la cicatrización un mes después de la 6ª sesión de electroterapia   


  Evolución de la cicatrización 80 días después de la sexta sesión de electroterapia    
   
Se notaba claramente que la actividad del angiosarcoma se había reducido con ello notablemente. Sin embargo, al cabo de una semana y de forma paulatina, la inflamaciòn y el dolor volvieron a ir en aumento, hasta aproximarse, aunque sin llegar, a los niveles anteriores. Durante esos días el paciente había podido mantener a raya la inflamaciòn y el dolor subsiguiente, prescindiendo del ibuprofeno y manteniéndose únicamente con pastillas de traumeel; si bien finalmente tuvo que volver a recurrir al Ibuprofeno, cuando la inflamación y el dolor aumentó, aunque con menor intensidad que en ocasiones anteriores.  Signo evidente, por cuanto persistía en el tiempo, de que el angiosarcoma seguía allí agazapado, esperando su momento.Por eso había que seguir atacándo, sin tregua.

La enorme herida producida en esta ocasión por la acción de la electroterapia iba curando, como en anteriores ocasiones, y sin mayores complicaciones, con simples curas diarias, a base de agua oxigenada, betadine y aceite ozonizado, que realizábamos en casa sin acudir al centro de salud. Sin embargo, nos preocupaba no tener disponible ningún tratamiento local, aparte del aceite ozonizado, para las zonas adyacentes a los bordes de la herida, que impidiera o retardara aún más la expansión del angiosarcoma hacia esas zonas próximas al foco principal. 

Nuestra idea era, complementar la esperada acciòn general e interna de la dieta, de los complementos ingeridos por vía oral ( microinmunoterapia, omega 3, Renoven, uña de gato, refensal, lisin-prolin etc. ) y de la ozonoterapia, con un tratamiento local, que coadyuvase junto a la electroterapia, y durante el intervalo de curación de las heridas, entre sesiòn y sesión, para intentar contener la expansión del angiosarcoma, al menos dentro de sus estrictos  límites en cada momento . 

Consultamos esta cuestiòn con la doctora, pero no supo darnos ninguna respuesta que le pareciera efectiva a este enfoque, que nosotros considerabamos importante, por cuanto observábamos que aunque íbamos pisàndole los talones, aún seguíamos por detrás de la evolución del angiosarcoma y que aún no habíamos conseguido colocarle lo que podríamos llamar una barrera, para aislarlo y encapsularlo.

 Habíamos oido hablar de las propiedades astringentes de los emplastos de arcilla y, en una de las primeras visitas a la doctora, incluso le habíamos sugerido la posibilidad de aplicarlos .Sin embargo, ésta,  sin llegar negar sus posibles efectos terapeúticos, no pareciò darle mucha importancia a la sugerencia, por lo que, entonces, habíamos abandonado la idea.

Sin embargo, tras comentarle nuestra historia y nuestro planteamiento a una amiga doctora, que anteriormente había tenido un consultorio de medicina alternativa que había tenido que abandonar, por razones personales y económincas como consecuencia de un complicado divorcio, para volver a ejercer la medicina alopática en el Servicio Provincial de Salud, nos sugirió el empleo de emplastos de arcilla verde, que además de una acción antiinflamatoria, poseía una acciòn astringente y dexintoxicante de los tejidos, al tiempo que alcalinizaba el Ph de  aquellos con los que estaba en contacto.

Con esa idea, comenzamos a aplicar dichos emplastos sobre una gasa sencilla; primero alrededor de la herida y una vez que esta se encontraba en avanzado estado de cicatrización, incluso sobre la misma; utilizando en este caso gasa doble, para evitar el mínimo contacto directo de la arcilla con la herida. 

Comprobamos que aquello aliviaba, en gran medida, la inflamación y las consiguientes molestias que esta ocasionaba al paciente, ayudándole a reducir las dosis de ibuprofeno que tomaba diariamente, que constituía uno de nuestros objetivos; en cuanto, además de que le producía extreñimiento, no deseábamos cronificar dicho tratamiento, para evitar sus efectos secundarios en el largo plazo. Al mismo tiempo, comprobábamos, también, que la cicatrización y secado de la herida mejoraba y que el enrojecimiento de las zonas próximas a la misma disminuía notablemente, mejorando su aspecto, lo que nos parecía un buen síntoma. Observamos igualmente que dicho efecto se mantenía en los días sucesivos, sin efecto negativo alguno, y en consecuencia decidimos incorporarlo de forma permanente al tratamiento, colocando dichos emplastos, tres veces al día, para lo que aprovechabamos, como pauta, las horas de las comidas principales . 

Mientras el proceso de curación de la herida producida por la ultima sesión de electroterapia se completaba, observamos como un pequeño punto, situado tras la oreja izquierda y  próximo a uno de los antiguos focos ubicados en el lecho de la zona intervenida quirúrgicamente y posteriormente estabilizados tras el tratamiento con electroterapia, parecía querer resucitar, comenzando por inflamarse ligeramente y aumentando poco a poco la inflamación y el tamaño . Optamos por probar con un pequeño emplasto de arcilla sobre el mismo, y al cabo de unos días hinchó un poco más y terminó reventando y comenzando a supurar pus. Respiramos aliviados, pues temíamos que se tratase de una recidiva, cuando en realidad se trataba de una pequeña infecciòn, al parecer motivada por encontrarse dicha zona junto a otra que, debido a la escasez de tejido, a consecuencia de la exéresis quirúrgica primero y de la elctroterapia después, había terminado dejando expuesto el hueso del cráneo sin proteccion alguna de piel; lo que facilitaba posibles infecciones. Por tal motivo, a partir de ese momento, comenzamos a tratar la zona con aceite ozonificado, y el antibiótico homeopático oral "Pyrogenium" , comprobando como a los pocos días remitía la infecciòn.  

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                          Absceso  cutáneo sospechoso de recidiva

Después de una de "cal" y otra de "arena", un triste emplasto de arcilla, terminó revelándose como una terapia local útil para tratar el peligroso angiosarcoma. ¡ Ay si Hipócrates levantara la cabeza !

1 comentario:

  1. pues si, a veces cosastan sencillas y al alcance de cualquiera y sin tantos efectos secundarios son la solución!! disteis con algo que funciona!! bieeeen!!

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